No llores. Frase que nunca se debería decir.
- Oye, y ¿ya metieron a tu nieto a la escuela? - Dijo una señora.
- Si, ya. - contestó la abuelita.
- Oh que rápido, ¿ya cuantos años tiene? - preguntó.
- Tiene 3 años, va en primero de preescolar. - dijo la abuelita.
- "Ay no que chiquito. Yo metí a mis hijos hasta los 4 años a la escuela porque amaba tenerlos en casa y cuando fueron a la escuela por primera vez, ninguno lloro ni un solo día." - replicó orgullosa una señora que es mamá de 5 hijos, los cuales ya son mayores de edad hoy en día.
En segundo lugar, el que alguien meta a sus hijos a la escuela o guardería a cualquier edad, no significa que los ame menos o que odie que estén en casa. En ocasiones, por diferentes circunstancias se tienen que tomar algunas decisiones. Nadie escarmienta en cabeza ajena, diría mi abuelita. Cada hogar decide lo que cree mejor o más conveniente para sus hijos.
Y en tercer lugar... hay ciertas personas que tienen que aprender que porque ellas quieran algo para sus vidas porque crean que es lo mejor, NO significa que todo el resto del mundo debe de pensar igual.
Me pareció importante escribir sobre esto. Porque es momento que cambiemos esa mentalidad y creo que los millenials, por más criticados que seamos, estamos cambiando la manera de crianza y eso es algo que se debe reconocer.
Es importante enseñarle a los hijos desde niños que pueden mostrar sus sentimientos. También que su hogar es un lugar seguro donde ellos pueden mostrarse tal y como son sin ser juzgados. El mundo no es para nada seguro y claro hay mucha gente mala, eso no lo podemos cambiar aunque quisiéramos. Pero que estos problemas sociales, no lleguen a la intimidad de tu hogar. Que tu casa sea un lugar de paz, donde se sienta una seguridad y una armonía constante. De esta manera tu esposo(a) y tus hijos se van a sentir felices y van a querer estar ahí.
Dejemos de juzgar, dejemos de hacer comentarios pasivo - agresivos, dejemos de creer que el mundo gira alrededor nuestro. Dejemos de fijarnos constantemente en lo que hace tal o cual persona y pongamos atención a lo que sucede en nuestra casa. Recuerda que cuando señalas con un dedo hay otros tres dedos que apuntan hacia ti.
En lugar de ponernos el pie para tropezarnos, apoyémonos para crecer juntos.
Los quiero,
Helga
Familia Hogar
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